Consideramos habitación a todo espacio situado en una vivienda excluyendo cuartos de baño, de aseo, retretes,
vestíbulos, pasillos o galerías abiertas y la cocina si tiene menos de cuatro metros cuadrados.
Diferenciamos habitaciones con fines profesionales, cuando se destinan exclusivamente para usos diferentes a los de mera
habitación o residencia, como comerciantes, de utilización profesional y análogos. Por ejemplo para oficina, taller, consultorio,
agencia, etc.