Comprende el conjunto de bienes duraderos de capital fijo con un cierto valor, adquiridos par las empresas con el fin de utilizarlos durante más de un período en el proceso de producción; incluye igualmente el valor de los servicios incorporados a estos bienes. Entre ellos se encuentran los terrenos, edificaciones, maquinaria, material de transporte, mobiliario, etc. y las grandes reparaciones o mejoras de cualquiera de estos elementos.
Se contabilizan en esta partida las inversiones brutas realizadas, el valor de los bienes arrendados en régimen de "leasing financiero" siempre que el contrato se haya realizado en el año de referencia, así como aplicaciones informáticas, gastos de I+D activadas y otros activos inmateriales; también se incluye la producción de bienes de capital para uso propio y grandes reparaciones realizadas con material y mano de obra de la empresa, deduciéndose las enajenaciones o ventas de bienes de capital propio, excluyendo el IVA soportado y deducible sobre la adquisición de bienes de capital.