Para sintetizar en un índice la existencia o ausencia de instalaciones y servicios de las viviendas, hemos procedido a agregar unas puntuaciones asignadas a cada instalación o servicio y a las características que hemos considerado fundamentales.
De esta agregación extraemos un índice cuyo valor nos aproxima al grado de comodidad o bienestar que puede tener o producir una vivienda familiar.
La asignación de puntuaciones por cada vivienda familiar ha sido la siguiente:
1. Para todas las viviendas familiares:
Tiene solo 1 un cuarto de baño: | 2 |
No tiene calefacción pero tiene algún aparato móvil o fijo para elevar la temperatura: | 1 |
Construida entre 1945 y 1975: | 1 |
Tiene agua caliente: | 2 |
Tiene calefacción: | 2 |
Tiene 2 ó más cuartos de baño: | 4 |
Construida después de 1975: | 2 |
Tiene teléfono: | 3 |
Tiene gas por tubería: | 3 |
2. Para viviendas familiares ocupadas |
Entre 19,4 y 45,8m2 por persona: | 1 |
Más de 45,8m2 por persona: | 2 |
Entre 0,28 y 1,05 personas por habitación: | 1 |
Menos de 0,28 personas por habitación: | 2 |
3. Para viviendas familiares vacías |
Entre 4 y 6 habitaciones: | 1 |
7 ó más habitaciones: | 2 |
Entre 61 y 150 m2: | 1 |
Más de 150 m2: | 2 |
Para poder comparar con los resultados de 1991, en que se recogieron otros equipamientos como energía eléctrica cocina, se asignan a todas las viviendas 3 puntos. En función de estas puntuaciones, el total máximo que puede alcanzar una vivienda asciende a 23. Para conseguir un tratamiento más simple aquellas puntuaciones se convirtieron a base 100.
Consideramos que la vivienda posee un índice de confort bajo cuando no llega a los 50 puntos, de confort medio cuando se sitúa entre 50 y 75 y alto cuando supera esta última cifra.