Nota de prensa de 22/04/2009
ENCUESTA SOBRE MEDIO AMBIENTE-FAMILIAS-EMAF 2008
Los hogares vascos tienen un alto nivel de equipamientos y de conciencia medioambiental
Los hábitos de ahorro de agua están muy extendidos
El 97,1% de las familias vascas tiene algún hábito que les permite reducir el consumo de agua, siendo los más frecuentes “esperar a llenar la lavadora o el lavavajillas” (82,6%) y “descongelar la comida con antelación para evitar hacerlo debajo del grifo” (86,8%), según datos facilitados por Eustat.
Sin embargo, el hábito de reciclar el agua, como “aprovechar el agua de la ducha mientras se espera a que salga caliente” apenas lo tiene el 13,3% de las familias. De la misma forma, sólo el 10,8% dispone de dispositivos economizadores de agua, tales como reductores del caudal, sensores de infrarrojo o temporizadores para limitar el tiempo de apertura de los grifos. El 28,6%, por su parte, dispone de limitadores de descarga en las cisternas.
Respecto a la media estatal, las diferencias son pequeñas en conjunto; prácticamente un porcentaje similar (96,9%) afirma tener hábitos de ahorro de agua en el conjunto del Estado, pero es superior el porcentaje de familias que aprovechan el agua de la ducha, el 22,9%, y está siete puntos por encima el porcentaje de las que disponen de dispositivos economizadores de agua.
Todas las viviendas cuentan con fuentes de energía y más de la mitad dispone de gas canalizado
La totalidad de las viviendas ocupadas cuenta con energía eléctrica. Además, el 59,9% dispone de gas canalizado y proporciones menores utilizan gases licuados de petróleo (14,9%), combustibles líquidos (12,2%) e incluso madera (3,4%). En el conjunto del Estado, el porcentaje de familias que disponen de gas canalizado se queda en el 40,5%, mientras que es muy superior el uso de gases licuados de petróleo (42,1%). Por territorios históricos, los porcentajes más elevados de viviendas con gas canalizado se dan en Álava (67,8%) y en Gipuzkoa (62,5%), así como en las capitales (66,2%), en contraste con lo que ocurre en Bizkaia (56%) y en los municipios de menos de 10.000 habitantes (49%).
Casi todas las viviendas cuentan con algún sistema de calefacción
Algo menos del 90% de las viviendas principales dispone de algún tipo de calefacción, destacando las calefacciones de gas (57,2%), eléctricas (22%) y de gasóleo (11,9%). Álava (96,2%) y Gipuzkoa (94,3%) superan en cerca de 10 puntos porcentuales a Bizkaia (85,5%) en equipamiento de calefacción. La disponibilidad de calefacción en el conjunto del Estado es menor, se da en el 70,3% de las familias, centrándose la diferencia en la calefacción de gas que dispone el 32,3% de las familias españolas, veinticinco puntos menos que en la C.A. de Euskadi.
Por sistemas, sobresale Álava en calefacciones de gas (67,9%) y gasóleo (21,8%) y Gipuzkoa en calefacción eléctrica (31,9%), la mayor parte de la cual proviene de radiadores y acumuladores.
Cuando la regulación de la calefacción se hace mediante un termostato, las familias vascas eligen en promedio una temperatura de 20,1º, algo más de un grado por debajo del conjunto del Estado, con menos del 30% fijando una temperatura de 21º o más.
El reciclaje de los residuos ordinarios está ampliamente extendido en la C.A. de Euskadi
El hábito del reciclaje de residuos destaca en la C.A. de Euskadi en relación al conjunto del Estado. Un elevado porcentaje de las familias vascas recicla los residuos de papel y cartón (92,3%), vidrio (91,6%) y plásticos y metales (90,2%), en tanto que la separación de los residuos orgánicos está mucho menos extendida (32,3%). Sólo en Bizkaia (43,1%), en los municipios intermedios (50,8%) y en los pequeños (45,3%) la recogida de residuos exclusivamente orgánicos goza de cierta extensión, quedando Álava (27,9%) y, sobre todo, Gipuzkoa (16,8%) muy rezagados en esta materia. En el conjunto del Estado el reciclaje de papel, vidrio, plásticos y metales se sitúa entre el 70 y el 75%, muy por debajo de la situación vasca, mientras que es superior el hábito de separar los residuos orgánicos (60%).
Los principales electrodomésticos están presentes en la mayoría de las viviendas
La totalidad de las viviendas principales está equipada con algún gran electrodoméstico: tanto el frigorífico como la lavadora y algún tipo de placa para cocinar se hallan siempre presentes. También están muy extendidos el horno (93,7%) y la campana extractora (89,1%), mientras que apenas la mitad tienen lavavajillas (49%). Estos porcentajes son algo superiores a los que se producen en el conjunto del Estado en todos los electrodomésticos, diferencias que oscilan entre los cuatro puntos del microondas y los siete puntos de la campana extractora.
Gráfico 1. Viviendas familiares principales por grandes electrodomésticos. 2008. %
Fuente: EUSTAT
La difusión del lavavajillas es bastante uniforme en el territorio, pero está presente en mayor medida en las familias grandes (62,7% en las de 4 miembros), las que tienen hijos pequeños (64,6% en las de parejas con hijos menores de 25 años), en las que ingresan más de 2.700€ al mes (71,5%) y cuando la persona de referencia de la vivienda tiene estudios universitarios del nivel de licenciatura al menos (71,9%).
Entre los “pequeños” electrodomésticos, el microondas (89,5%), la batidora (87,5%), el secador de pelo (87%) y el aspirador (84,5%) se sitúan inmediatamente detrás de la plancha de ropa (97,5%) entre las preferencias o accesorios necesarios en las viviendas.
El equipamiento audiovisual básico está generalizado
La televisión es un aparato omnipresente en las viviendas vascas. Junto a ella, el DVD (70,8%), la cadena de música (62,8%) y el ordenador (62,5%) comparten protagonismo. En más de una quinta parte de las viviendas hay también una videoconsola (22,3%). Pero ésta se generaliza en familias grandes (44,3%), con hijos menores (43,5%) y, en menor medida, con renta alta (34,1%).
En comparación con el resto del Estado en el caso del equipamiento audiovisual, sin embargo, los datos de la C.A. de Euskadi están por debajo de la media estatal, a excepción del televisor, con porcentajes similares y el ordenador. Estas diferencias oscilan entre los dos puntos en el porcentaje de familias que disponen de cadena de música y cuatro puntos y medio en el caso de la disponibilidad de videoconsola. En la disponibilidad de ordenador, en cambio, el porcentaje de familias vascas es algo más de tres puntos superior a la media estatal.
La cuarta parte de las familias soporta ruidos y el 15% malos olores
Una cuarta parte de las familias vascas soporta ruidos (26%) y el 15,1% malos olores en su vivienda. Las fuentes principales de ruido son el tráfico (11,9%), las obras (10,4%) y los vecinos (7,6%). El origen de los malos olores se encuentra en las tuberías y el saneamiento (6,6%) y en las actividades industriales (2,5%). En el conjunto del Estado el porcentaje de familias con ruidos es muy similar (25,1%), mientras que son un 20,3% las que afirman sufrir malos olores.
Sean o no graves estos problemas, lo cierto es que menos del 30% de las familias vascas afectadas toma alguna media en su contra, que suele concretarse en una queja al causante y, más raramente, en la presentación de una denuncia del hecho.
Más del 70% de las familias posee un vehículo
El 72,3% de las familias cuenta al menos con un vehículo, ya sea coche, moto o furgoneta, para su uso personal. De media, hay 1,4 vehículos por vivienda y casi en el 5% de las casas hay 3 o más. La presencia de vehículos está claramente asociada al tamaño familiar, ya que las familias con 5 o más miembros llegan a tener una media de 2 vehículos. Aparte de esta correlación obvia, son las familias con mayor renta las que tienen más vehículos: 1,6 poseen las que ingresan más de 2.700€ al mes.
Los datos del conjunto del Estado se mantienen en las mismas cifras, con un 74,7% de familias que disponen de al menos un vehículo y 1,6 vehículos de media por vivienda.
La movilidad de la población se apoya en el transporte privado
En consonancia con la abundancia de vehículos en las viviendas, el transporte privado (41,2%), y, principalmente, el coche (40,3%) se imponen claramente como forma de movilidad habitual. Los desplazamientos a pie o en bicicleta, con un 30,8%, constituyen la segunda manera de desplazarse, seguidos a corta distancia por el transporte público (28%), cuya modalidad más importante es el autobús (16,2%).
En el conjunto del Estado las cifras son incluso algo superiores en cuanto al uso del transporte privado (45,3%). También es superior en tres puntos el porcentaje de desplazamientos a pie o en bicicleta, mientras que el transporte público es utilizado en mayor medida en la C.A. de Euskadi (28%) que en el Estado (21,7%).
Por territorios, en Gipuzkoa predomina el transporte privado (48,6%); en Álava, el transporte privado (42,5%) se aproxima en peso a los desplazamientos a pie o en bici (41,2%); en Bizkaia los tres tipos están más equilibrados: privado (36,5%), público (32%) y a pie o en bici (31,5%).
Podría parecer chocante la afirmación de que es en las tres capitales donde más se va a pie o en bicicleta (43,9%) y en los municipios más pequeños donde más se utiliza el transporte privado (55,1%), pero sin duda ello se debe a la necesidad que tienen los habitantes de estos últimos de desplazarse a otros para sus actividades cotidianas: trabajo, estudio, compras u ocio, que no palia la insuficiente presencia del transporte público (24,8%), en valores mínimos.
Por variadas razones, los desplazamientos más ecológicos los realizan los jubilados y las personas que se ocupan de las labores del hogar, que efectúan a pie casi la mitad de los mismos; en cambio, casi dos tercios de los ocupados a tiempo completo utilizan transporte privado (60,6%).
La preocupación por el medio ambiente está generalizada entre la población
Casi todas las personas de 16 y más años manifiestan una preocupación por el medio ambiente, generalmente en alto grado (81,2%) y están al tanto de las campañas de sensibilización relativas al ahorro de agua y energía o al reciclaje (70,8%). Esta preocupación por el medio ambiente es algo superior a la que se da en el conjunto del Estado (76,9%), sobre todo en lo referente al conocimiento de campañas de sensibilización (59,2%).
Algo menos de la cuarta parte han detectado problemas ecológicos en su entorno (23,2%) y menos de un quinto han participado en alguna actividad relacionada con el medio ambiente (17,5%), entre las que destaca la firma en contra de situaciones perjudiciales (11,9%).
Finalmente, la población apoya masivamente (94,3%) la adopción de determinadas medidas a favor del medio ambiente, como reducir el ruido del tráfico (86,2%), restringir el consumo abusivo de agua (71,3%) e, incluso, establecer un impuesto ambiental a los combustibles más contaminantes (63,8%). Este apoyo es, incluso, tres puntos superior en el conjunto del Estado que en el caso de restringir el consumo del agua llega al 81,3% de las familias, diez puntos más.
Nota metodológica:
Eustat ha realizado la Encuesta de Medio Ambiente – Familias en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística (INE) y los institutos de Andalucía (IEA), Cataluña (IDESCAT) y Galicia (IGE), en el marco de la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008, cuya finalidad es conocer los equipamientos, hábitos y actitudes de las familias en relación con el medio ambiente.
Para más información:
Euskal Estatistika-Erakundea / Instituto Vasco de Estadística
C/ Donostia-San Sebastián, 1 01010 Vitoria-Gasteiz
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