Nota de prensa de 07/03/2016
DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES. 2016
Las mujeres dedican el doble de tiempo a las tareas domésticas que los hombres en la C.A. de Euskadi
La renta personal media de los hombres es 10.000 euros superior a la de las mujeres
Una forma de visualizar las diferencias de género en la C.A. de Euskadi es fijarse en la evolución que ha experimentado el uso del tiempo de las mujeres y de los hombres en los principales grupos de actividad que se desarrollan a lo largo de un día.
En este sentido, Eustat ha editado recientemente en formato digital una publicación cuyo objetivo es ofrecer un análisis de los cambios sociales más relevantes que han tenido lugar en la C.A. de Euskadi en las dos últimas décadas. El estudio se ha basado en las Encuestas de Presupuestos de Tiempo que Eustat ha realizado con periodicidad quinquenal entre 1993 y 2013, y aporta multitud de datos desde una perspectiva de género.
Así, si se analizan los principales grupos de actividades desarrolladas a lo largo de un día, la mayor diferencia se encuentra en el tiempo empleado en las tareas domésticas, pues las mujeres les dedicaban más tiempo que los hombres tanto en 1993 como veinte años después. Los datos indican que en 1993 las mujeres destinaban 3 horas y 13 minutos más que los hombres y en 2013 la diferencia era de 1 hora y 31 minutos.
En concreto, en el año 1993, por cada hora que destinaban los hombres a las tareas domésticas las mujeres empleaban cuatro horas, mientras que en 2013 las mujeres duplicaban el tiempo de los hombres. Las razones principales de esta evolución son la disminución del tiempo que dedican las mujeres a esta actividad y el aumento del número de hombres que se ocupan de las tareas domésticas.
En cualquier caso, aunque el cambio producido es destacable, en 2013 el tiempo que las mujeres dedicaban a las tareas domésticas era todavía el doble del de los hombres.
Si se analizan el tiempo empleado al trabajo y a la formación, se ve que en 1993 las mujeres destinaban a esta actividad la mitad de tiempo que los hombres, mientras que en 2013 alcanzaba las tres cuartas partes. El tiempo social dedicado a esta actividad ha experimentado una evolución opuesta entre mujeres y hombres, ya que mientras que las primeras han aumentado su dedicación en el período 1993-2013 (de 2 horas y 4 minutos a 2 horas y 22 minutos), los segundos la han reducido (de 4 horas y 15 minutos a 3 horas y 16 minutos).
Además, el tiempo dedicado al cuidado de personas en el hogar también mostraba claramente que las diferencias de género existen y se mantienen. En este caso la clave es el tiempo destinado en 2013 a esta actividad: 36 minutos para las mujeres y 21 minutos para los hombres.
Distribución de la renta
La distribución de la renta entre hombres y mujeres registraba un reparto desigual en la C.A. de Euskadi en 2013. Así, los hombres obtenían una renta total promedio de 24.414 euros, mientras que la de las mujeres era de 14.526 euros; es decir, los hombres obtenían una renta personal de 9.888 euros más que las mujeres.
La mayor diferencia entre las rentas personales de hombres y mujeres se registraba en el tramo de edad entre 60 y 64 años, en el cual la renta media de los hombres superaba en 17.892 euros la de las mujeres.
En cambio, para el conjunto de la población de 18 y más años, la renta personal total más alta se obtenía entre los 55 y 59 años de edad, alcanzándose una media de 25.897 euros. Sin embargo, la situación difiere si se tiene en cuenta el género: en el caso de las mujeres, la mayor renta media se obtenía entre los 50 y 54 años (con un promedio de 19.116 euros), mientras que para los hombres se daba entre los 55 y 59 años y era considerablemente superior (33.311 euros).
Por otra parte, también se puede hablar de una "brecha de género" en los ingresos de las familias en 2013, ya que existían desigualdades en cuanto a las rentas familiares dependiendo de que la persona perceptora principal fuera hombre o mujer. Si es hombre, las familias tenían unos ingresos medios de 44.384 euros, concentrándose en su mayor parte en los estratos intermedios y altos, mientras que si era mujer la renta familiar media se situaba en 33.430 euros y se concentraba en los estratos de renta más bajos.
Esta diferencia debe matizarse tomando en consideración la diferencia de tamaño entre unas y otras, ya que en 2013 las familias encabezadas por una mujer tenían 1,8 miembros de media, frente a 2,2 de las que tenían a un hombre como principal proveedor de rentas.
Trabajo doméstico no remunerado de las mujeres
Por otro lado, el valor de la producción doméstica de la C.A. de Euskadi ascendió a 21.342 millones de euros en 2013, lo que representaba un 32,4% del Producto Interior Bruto (PIB) de ese año. En relación a su distribución por género, el 66,7% del valor de la producción doméstica correspondía a las mujeres y el 33,3% a los hombres.
Estos datos los proporciona la Cuenta Satélite del Trabajo Doméstico, cuyo objetivo fundamental es ofrecer una imagen global de las actividades productivas realizadas por los hogares y estimar su valor económico, el cual no se recoge, en su mayor parte, en las estimaciones del PIB. Las actividades principales son proporcionar alojamiento, cuidado y educación, proporcionar comida y las tareas relacionadas con la ropa.
La evolución en los últimos 20 años evidencia que, aunque los hombres han subido casi 13 puntos en la participación en el trabajo doméstico (pasan del 20,7% de 1993 al 33,3% de 2013), la mujer aún duplica el porcentaje que asume en relación a los hombres en 2013 (el 79,3% en 1993 y el 66,7% en 2013).
Es destacable, en cualquier caso, el ascenso de la participación de los hombres, que creció en torno a cinco puntos porcentuales en los últimos cinco años, al pasar de una participación del 28,6% en 2008 al 33,3% en 2013.
Por funciones, es en Proporcionar ropa y otros (77,1%) y en Cuidados y educación (68,8%) donde se evidenciaba la mayor aportación de las mujeres en 2013, seguida muy de cerca por la función de Proporcionar comida (64,3%) y por Proporcionar alojamiento (62,4%). En cuanto a los hombres, la aportación máxima correspondía a Proporcionar alojamiento (37,6%) y la mínima a Proporcionar ropa y otros (16,9%).
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