Nota de prensa de 11/06/2020
ENCUESTA DE BIENESTAR PERSONAL. 2019
La satisfacción global de la población vasca con su vida se sitúa en 7,4 en 2019, muy influida por el estado de salud
No se aprecian diferencias significativas entre hombres y mujeres
La población de la C. A. de Euskadi puntúa con un 7,4 su satisfacción con la vida en general en 2019 en una escala de cero a diez, según datos elaborados por Eustat. Esta puntuación ha mejorado desde 2014, cuando se obtuvo una nota de un 7,1.
La mejor puntuación (8,0) se observa entre las personas que declaran tener muy buena salud y la más baja (5,2) entre las que las que consideran que la tienen mala o muy mala.
Este indicador no sólo ofrece valoraciones más bajas a medida que empeora la salud, sino que también lo hace con el aumento de la edad, pasando de 7,8 entre los jóvenes de 16 a 24 años a 7,3 entre las personas con 65 o más años.
No se aprecian diferencias entre mujeres y hombres, mientras que, en lo que respecta al nivel de instrucción, los mejores resultados los obtienen las personas con estudios superiores (7,6), frente a las que no tienen estudios (6,5).
Atendiendo a la relación con la actividad, el colectivo de las personas paradas muestra una de las puntuaciones más bajas (6,7).
En cuanto a la situación económica, las personas que piensan que tienen una situación buena son las más satisfechas con su vida (7,7), frente a las que creen que la tienen mala (6,6).
Otro factor que también influye en este indicador es la intensidad de las relaciones familiares, siendo las más satisfechas con su vida (7,4) las personas que declaran tenerlas intensas, mientras que quienes no tienen ninguna relación familiar obtienen una puntuación de 6,8.
El Valor de la vida recibe la nota más alta: 7,8
La valoración de la vida propia, es decir, la consideración de que la vida de cada cual merece la pena, se puntúa en promedio con un 7,8, sólo tres décimas más que en 2014 y es calificada de “alta” por el 64,2% de la población, frente al 3,0% que la considera “baja”.
También se observa la mejor puntuación (8,2) entre las personas que declaran tener muy buena salud y la más baja (5,9) entre las que las que consideran que la tienen mala o muy mala.
Se aprecia una nota ligeramente mejor entre las mujeres (7,9) que entre los hombres (7,7), mientras que a nivel de territorio de residencia no se aprecian diferencias significativas.
En cuanto a la relación con la actividad, son las personas ocupadas quienes más la valoran (7,9), frente a las paradas (7,3) e inactivas (7,7).
Atendiendo al nivel de instrucción, los mejores resultados los obtienen las personas con estudios superiores (8,0), frente a las que no tienen estudios (6,9).
Las Relaciones personales se sitúan como el segundo aspecto mejor valorado (7,5)
La valoración de las Relaciones personales disminuye a medida que aumenta la edad. Al igual que los indicadores anteriores, alcanza su valor máximo (7,7) entre las personas que declaran muy buena salud y el mínimo (6,9) entre las que la consideran mala o muy mala.
Las personas paradas (7,4) tienen peores relaciones personales que las ocupadas o inactivas (7,6 en ambos casos), mientras que no se observan diferencias significativas entre hombres y mujeres, ni por territorio de residencia.
En cuanto al lugar de nacimiento, la valoración más baja se da en el colectivo de personas nacidas en el extranjero (7,3).
La Satisfacción con la vivienda y el entorno es alta en prácticamente todos los colectivos
Para el indicador Satisfacción con la vivienda y el entorno (7,3 de media), también los mejores resultados (7,6) se obtienen entre las personas con muy buena salud, disminuyendo a medida que lo hace la salud percibida, dándose el valor más bajo (6,6) en el colectivo de las personas que declaran tenerla mala o muy mala.
En cuanto al nivel de instrucción, los mejores resultados los obtienen las personas con estudios profesionales (7,4), frente a las que no tienen estudios (6,8).
No existen prácticamente diferencias atendiendo al territorio de residencia, mientras que los hombres (7,4) están más satisfechos con la vivienda y el entorno que las mujeres (7,2).
El Estado de ánimo es el único indicador que ha empeorado respecto a 2014
El indicador de Estado de ánimo, cuya media para el total de la población alcanza un 6,3 (dos décimas menos que en 2014), obtiene el valor más bajo entre las personas con salud mala o muy mala (5,0) y el más alto entre las que declaran tenerla buena o muy buena (6,8).
Este indicador mejora cuanto mejor es la situación económica, superando la media las personas que la consideran buena (6,4).
A nivel territorial, las personas residentes en Bizkaia (6,2) son las que tienen un estado de ánimo más bajo, frente a las residentes en Álava y Gipuzkoa, cuyas medias alcanzan 6,3 y 6,4, respectivamente. En cuanto al lugar de nacimiento, son las nacidas en otras Comunidades Autónomas (6,2) o en el extranjero (6,3), las que se sienten peor estadode ánimo.
El indicador obtiene mejor nota entre los hombres (6,5) que entre las mujeres (6,2) y, por edades, son las personas entre 50 y 64 años las que se sienten peor, con una valoración de 6,2.
Las personas mayores son las más satisfechas con su tiempo de ocio
Frente a una media de 6,7 de Satisfacción con el tiempo de ocio, las personas de 65 y más años presentan la mayor valoración (7,5), frente a las de 35 a 49 años, que muestran la menor (6,0). También califica con buena nota (7,3) el colectivo de las personas inactivas, al contrario de lo que ocurre entre las ocupadas (6,1).
En cuanto a la situación económica, las personas que piensan que tienen una situación buena son las más satisfechas con su tiempo de ocio (6,9), frente a las que creen que la tienen mala (6,1).
La Satisfacción con la economía doméstica mejora 0,5 puntos respecto a 2014
El indicador Satisfacción con la economía doméstica (6,9) aumenta a medida que lo hace la salud percibida, variando desde el 5,6 entre las personas con una salud mala o muy mala al 7,4 de las que la consideran muy buena.
Están más satisfechas las personas residentes en Gipuzkoa (7,0), que las de Álava o Bizkaia (6,9 y 6,8, respectivamente) y también las nacidas en Gipuzkoa (7,1), en relación a las nacidas en Álava (7,0), Bizkaia (6,9) y, sobre todo, en el extranjero (6,4).
En cuanto a la edad, se observa que, curiosamente, el más satisfecho es el grupo de jóvenes de 16 a 24 años de edad (7,3), no apreciándose diferencias entre hombres y mujeres.
El peor valor de este indicador, que no llega ni al aprobado, se da en el colectivo de las personas paradas (4,9), frente al 7,1 en el de las ocupadas.
La Confianza en las personas está muy influida por la salud percibida
El indicador Confianza en las personas (6,5) alcanza su mayor puntuación (6,9) entre las personas que consideran su salud muy buena, mientras que la menor (5,3) se da entre las que la perciben como mala o muy mala.
La confianza es “alta” para el 32,2% de la población, mientras que es “baja” para el 10,9%.
Las mujeres (6,6) confían un poco más que los hombres (6,4), así como las personas residentes en Gipuzkoa (6,6) lo hacen más que las de Álava y Bizkaia (6,5).
La Confianza en los poderes públicos obtiene el peor resultado (4,5), aunque es el indicador que más ha mejorado (1,2 puntos) respecto a 2014
Sólo un 5,4% de la población confía “mucho” en los poderes públicos, frente al 45,1% que confía “poco”, siendo el único indicador con una media por debajo del aprobado.
En todos los grupos poblacionales los poderes públicos suspenden, excepto en el de las personas nacidas en el extranjero, donde alcanza la mejor puntuación (5,4).
La confianza de las mujeres (4,6) es ligeramente mayor que la de los hombres (4,5) y, en cuanto a la edad, el grupo de personas de 16 a 24 es el que más confía en el sistema político, en el judicial y en la policía (4,9) frente al 4,4 del grupo de 25 a 34 años.
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