Nota de prensa de 09/06/2021
ENCUESTA DE BIENESTAR PERSONAL. 2020
La satisfacción global con su vida de la población de la C. A. de Euskadi aumenta en 2020 a pesar de la pandemia
Mejoran todos los indicadores de bienestar personal, salvo el del estado de ánimo
La población de la C. A. de Euskadi de 16 y más años puntúa con un 7,6 su satisfacción con la vida en general en 2020 en una escala de cero a diez, según datos elaborados por Eustat. A pesar de tratarse de un año condicionado por la pandemia, esta puntuación ha mejorado en relación a 2014, cuando se obtuvo una nota de un 7,1 y también respecto a 2019, cuando la nota fue de 7,4.
La mejor puntuación (7,9) se observa entre las personas que declaran tener unos ingresos mensuales netos en el hogar superiores a 2.500 €, no apreciándose diferencias entre mujeres y hombres.
Este indicador ofrece valoraciones más bajas a medida que disminuyen tanto los ingresos del hogar como el nivel de instrucción, donde los mejores resultados los obtienen las personas con estudios superiores (7,9), frente a las que no tienen estudios, con la puntuación más baja del conjunto de la población (6,8).
Atendiendo a la relación con la actividad, el colectivo de las personas paradas muestra una de las puntuaciones más bajas (6,9), frente a las inactivas (7,6) y ocupadas (7,8).
Otro elemento a considerar es la preocupación por el medio ambiente, siendo las más satisfechas con su vida (7,7) las personas que declaran preocuparse mucho, mientras que quienes no se preocupan nada obtienen una puntuación de 7,2.
En cuanto a la edad, las personas de menos de 50 años son las más satisfechas con su vida (7,7), frente a las de 50 y más (7,5).
El Valor de la vida recibe la nota más alta: 7,7
La valoración de la vida propia, es decir, la consideración de que la vida de cada cual merece la pena, se puntúa en promedio con un 7,7, dos décimas más que en 2014 y una menos que en 2019, siendo calificada de “alta” por el 57,5% de la población, frente al 1,2% que la considera “baja”.
También se observa la mejor puntuación (8,0) entre las personas que declaran tener unos ingresos mensuales netos en el hogar superiores a 2.500 € y la más baja (6,9) entre las que no tienen estudios.
Se obtiene una nota ligeramente mejor que la media entre las personas jóvenes de 16 a 24 años (7,9), mientras que a nivel de territorio de residencia o de sexo no se aprecian diferencias significativas.
En cuanto a la relación con la actividad, son las personas ocupadas quienes más la valoran (7,8), frente a las paradas (7,3) e inactivas (7,7), aunque todas ellas en valores de notable.
Atendiendo al nivel de instrucción, los mejores resultados los obtienen las personas con estudios superiores (7,9), frente a las que no tienen estudios (6,9).
Las Relaciones personales se sitúan como el tercer aspecto mejor valorado (7,6)
La valoración de las Relaciones personales, al igual que los indicadores anteriores, alcanza su valor máximo (7,7) entre las personas con estudios superiores, mientras que el mínimo (7,1) se da en las que no tienen estudios.
Se observan mejores puntuaciones a medida que aumentan tanto los ingresos en el hogar como la preocupación por el medio ambiente.
Las personas paradas (7,4) tienen peores relaciones personales que las ocupadas o inactivas (7,6 en ambos casos), mientras que no se observan diferencias significativas por territorio de residencia.
En cuanto al lugar de nacimiento, la valoración más baja se da en el colectivo de personas nacidas en el extranjero (7,3).
La Satisfacción con la vivienda y el entorno es alta en prácticamente todos los colectivos
Para el indicador Satisfacción con la vivienda y el entorno (7,3 de media), el mejor resultado (7,5) se obtiene entre las personas nacidas en Álava. El peor (6,9) se da en el colectivo de las personas con ingresos mensuales por debajo de 1.000€, aumentando a medida que lo hacen los ingresos, hasta alcanzar un 7,5 cuando son superiores a 2.500€.
En cuanto al nivel de instrucción, los mejores resultados los obtienen las personas con estudios superiores (7,4), frente a las que no tienen estudios (7,0).
Los hombres (7,5) están más satisfechos con la vivienda y el entorno que las mujeres (7,2).
El Estado de ánimo es el único indicador que ha empeorado, tanto respecto a 2014 como a 2019
El indicador de Estado de ánimo, cuya media para la población de 16 y más años alcanza un 6,2 (tres décimas menos que en 2014), obtiene el valor más alto entre las personas jóvenes entre 16 y 24 años (6,4) y disminuye a medida que aumenta la edad.
El valor más bajo (5,6) se da entre las personas sin estudios y aumenta hasta un 6,4 entre las que tienen estudios superiores.
También se observan mejores puntuaciones a medida que aumentan tanto los ingresos en el hogar como la preocupación por el medio ambiente.
El indicador obtiene mejor nota entre los hombres (6,4) que entre las mujeres (6,1) y, atendiendo al estado civil, las personas solteras (6,3) están más animadas que las viudas, separadas o divorciadas (5,9) y ligeramente más que las casadas (6,2).
Las personas mayores son las más satisfechas con su tiempo de ocio
Frente a una media de 6,8 de Satisfacción con el tiempo de ocio, las personas de 65 y más años presentan la mayor valoración (7,8), frente a las de 35 a 49 años, que muestran la menor (6,1). También califica con buena nota (7,5) el colectivo de las personas inactivas, al contrario de lo que ocurre entre las ocupadas (6,2).
Están más satisfechas las personas residentes en Gipuzkoa (7,0), que las de Álava o Bizkaia (6,8 en ambos casos) y también las nacidas en otras provincias de fuera de la C.A. de Euskadi (7,3), frente a las nacidas en el extranjero (6,6).
En cuanto al estado civil, las personas viudas, separadas o divorciadas son las más satisfechas con su tiempo de ocio (7,3), frente a las solteras (6,6) y casadas (6,9).
La Satisfacción con la economía doméstica mejora 0,6 puntos respecto a 2014
El indicador Satisfacción con la economía doméstica (7,0) aumenta, lógicamente, a medida que lo hacen los ingresos mensuales netos del hogar, variando desde el 5,7 entre las personas con ingresos mensuales netos inferiores a 1.000€ al 7,4 de las que ingresan más de 2.500.
Están menos satisfechas las personas residentes en Bizkaia (6,9), que las de Álava o Gipuzkoa (7,0 en ambos casos) y las nacidas en el extranjero (6,4).
En cuanto a la edad, se observa que el más satisfecho es el grupo de personas de 65 y más años de edad (7,1), no apreciándose diferencias significativas entre hombres y mujeres.
El peor valor de este indicador se da en el colectivo de las personas paradas (5,6), frente al 7,1 en el de las ocupadas.
La mayor Confianza en las personas se da entre los jóvenes
El indicador Confianza en las personas (6,4) alcanza su mayor puntuación (6,8) entre las personas jóvenes de entre 16 y 24.
La confianza es “alta” para el 26,8% de la población, mientras que es “baja” para el 9,7%.
Las mujeres (6,5) confían un poco más que los hombres (6,3), así como las personas residentes en Álava y Gipuzkoa (6,5) lo hacen más que las de Bizkaia (6,4).
El valor más bajo (6,0) se obtiene para las personas que declaran no estar nada preocupadas por el medio ambiente, frente al 6,3 que están poco preocupadas o el 6,5 de las que lo están mucho.
La Confianza en los poderes públicos obtiene el peor resultado (4,5), aunque es el indicador que más ha mejorado (1,1 puntos) respecto a 2014
Sólo un 4,3% de la población confía “mucho” en los poderes públicos, frente al 46,6% que confía “poco”, siendo el único indicador con una media por debajo del aprobado.
En todos los grupos poblacionales, siempre de 16 y más años, la confianza en los poderes públicos suspende, excepto en el de las personas nacidas en el extranjero, donde alcanza la mejor puntuación (5,5).
La confianza de las mujeres (4,6) es mayor que la de los hombres (4,4) y, en cuanto a la edad, el grupo de personas de 65 y más años es el que más confía en el sistema político, en el judicial y en la policía (4,7) frente al 4,4 del grupo de 50 a 64 años.
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