Nota de prensa de 07/06/2023
ENCUESTA DE BIENESTAR PERSONAL. 2022
La satisfacción de la población vasca con su vida varía escasamente en los últimos 5 años y se sitúa en 7,5 en 2022
El tiempo de ocio, la Satisfacción con la economía doméstica y la Confianza en los poderes públicos son los indicadores que aumentan respecto a 2017
La población de la C. A. de Euskadi puntúa con un 7,5 su Satisfacción con la vida en general en 2022 en una escala de cero a diez, según datos elaborados por Eustat. La puntuación es inferior en una décima respecto a 2017, que obtuvo una nota de un 7,6.
Estos datos son facilitados en la Encuesta de Bienestar Personal que ofrece información detallada sobre la percepción del bienestar de la población de 16 y más años residente en viviendas familiares, a través de una serie de preguntas que miden preferentemente aspectos de la calidad de vida diferentes de la dimensión material.
La mejor puntuación (8,1) se observa entre las personas que declaran pertenecer a una clase social alta o media-alta y la más baja (5,5) entre las que las que consideran que tienen mala salud.
En el indicador se observan valoraciones más bajas a medida que empeora la percepción de la salud o la clase social. Por el contrario, las valoraciones aumentan con el nivel de estudios finalizados.
Según el tipo de familia, las mejores puntuaciones se dan en las parejas, tanto con hijos/as como sin hijos/as convivientes (7,6 y 7,7, respectivamente), frente a las familias unipersonales o padres/madres solos/as con algún hijo/a (7,1).
Los hombres (7,5) se muestran más satisfechos que las mujeres (7,4), mientras que a nivel territorial no se aprecian diferencias (7,5 en todos los territorios).
Lo mismo sucede si atendemos al lugar de nacimiento donde el valor arrojado es 7,5 para todos.
Si atendemos a la actividad, el colectivo de las personas ocupadas muestra una de las puntuaciones más altas (7,6) en contraposición a las personas paradas 6,7, que arrojan el dato más bajo.
Valoración media de los indicadores de bienestar personal por territorio histórico de residencia de la C.A. de Euskadi. 2017-2022
| C.A. de Euskadi | Araba/Álava | Bizkaia | Gipuzkoa |
| 2017 | 2022 | 2017 | 2022 | 2017 | 2022 | 2017 | 2022 |
Satisfacción con la vida | 7,6 | 7,5 | 7,5 | 7,5 | 7,5 | 7,5 | 7,7 | 7,5 |
Valor de la vida | 8,0 | 7,7 | 8,0 | 7,8 | 7,9 | 7,7 | 8,0 | 7,7 |
Satisfacción con el tiempo de ocio | 6,7 | 6,9 | 6,6 | 6,8 | 6,7 | 6,8 | 6,9 | 6,9 |
Satisfacción con la vivienda y el entorno | 7,4 | 7,3 | 7,4 | 7,6 | 7,3 | 7,3 | 7,4 | 7,3 |
Satisfacción con la economía doméstica | 6,8 | 6,9 | 6,7 | 7,1 | 6,7 | 6,8 | 6,9 | 7,0 |
Estado de ánimo | 6,3 | 6,2 | 6,4 | 6,2 | 6,2 | 6,2 | 6,3 | 6,3 |
Relaciones personales | 7,6 | 7,5 | 7,6 | 7,5 | 7,6 | 7,5 | 7,6 | 7,5 |
Confianza en las personas | 6,5 | 6,1 | 6,4 | 6,0 | 6,4 | 6,1 | 6,5 | 6,2 |
Confianza en los poderes públicos | 4,5 | 4,7 | 4,5 | 5,0 | 4,5 | 4,7 | 4,4 | 4,6 |
Fecha 7 de Junio de 2023
Fuente: Eustat. Encuesta de bienestar personal
El Valor de la vida recibe la nota más alta: un 7,7
La valoración de la vida propia, es decir, la consideración de que la vida de cada cual merece la pena, se puntúa en promedio con un 7,7, tres décimas menos que en 2017 y es calificada de “alta” por el 60,8% de la población, frente al 3,4% que la considera “baja”.
Los hombres puntúan el valor de la vida con un 7,8, nota ligeramente mayor que la de las mujeres con un 7,7, mientras que a nivel territorial son las personas residentes en Álava (7,8) las que más valoran su vida frente a Gipuzkoa y Bizkaia (7,7 en ambos casos), si bien las diferencias son mínimas.
En cuanto a la actividad, son las personas ocupadas quienes más la valoran (7,9), frente a las paradas (7,2), cuyo indicador sufre un retroceso de 6 décimas porcentuales respecto a 2017.
Este indicador ha disminuido en todas sus modalidades en los últimos 5 años. Ofrece peores resultados a medida que empeora la percepción de la salud y/o la clase social, mientras que mejora cuanto mayor es el nivel de estudios terminados. Por otra parte, no se observan variaciones significativas en función de la edad.
Las Relaciones personales se sitúan como el segundo aspecto mejor valorado (7,5), junto con la Satisfacción de la vida
Las Relaciones personales, uno de los aspectos más valorados (7,5), alcanza la puntuación máxima (7,7) entre las personas que declaran buena salud o se consideran de clase alta y media-alta, apreciándose la nota mínima (6,9) entre las que manifiestan que su salud es mala. Este indicador aumenta ligeramente a medida que lo hace el nivel de estudios terminados.
Las personas paradas (7,3) valoran menos las Relaciones personales que las ocupadas o inactivas (7,6 en ambos casos), mientras que no se observan diferencias entre hombres y mujeres (7,5 en ambos casos) ni por territorio de residencia (7,5).
En cuanto al lugar de nacimiento, los resultados son similares entre quienes han nacido en los tres territorios y en otras comunidades autónomas (7,5), apreciándose la valoración más baja en el colectivo de personas nacidas en el extranjero (7,4).
La Satisfacción con la vivienda y el entorno es alta en prácticamente todos los colectivos
Para el indicador Satisfacción con la vivienda y el entorno (7,3), los mejores valores se obtienen entre las personas que se declaran de clase social alta o media-alta (7,8), seguidas por las que manifiestan buena salud (7,6). Los hombres (7,5) están más satisfechos que las mujeres (7,2).
Por territorios, son las personas que residen en Álava las que obtienen la mayor nota (7,6), frente a las residentes en Bizkaia o Gipuzkoa (7,3 en ambos casos).
Por último, son las personas que declaran mala salud las que arrojan el valor más bajo (6,6).
El Estado de ánimo está relacionado con la salud percibida
El indicador de Estado de ánimo alcanza una media de 6,2 para el conjunto la población (una décima menos que en 2017), obteniendo el valor más bajo entre las personas que declaran mala salud (4,9) y el más alto entre quienes la valoran como buena (6,6). El segundo valor más bajo se observa entre quienes se consideran de clase social baja (5,9).
Este indicador mejora cuanto más elevada es la clase social declarada y la salud percibida.
A nivel territorial, son las personas residentes en Bizkaia y Álava (6,2) las que manifiestan un estado de ánimo más bajo, frente a las residentes en Gipuzkoa, cuya media alcanza un valor de 6,3.
Si atendemos al lugar de nacimiento, las personas nacidas en Álava o Bizkaia son las que se sienten menos animadas.
El indicador obtiene mejor nota entre los hombres (6,5) que entre las mujeres (6,0). Por edades, las personas entre 16 y 24 años acusan un descenso de cuatro décimas respecto a 2017, obteniendo la nota más baja (6,0). Por último, son los mayores de 65 años quienes manifiestan mayor estado de ánimo (6,4).
En cuanto a la estructura familiar, las parejas sin hijos/as obtienen la mayor nota (6,5) frente a padre o madre solos con algún hijo/a conviviente (5,9).
Las personas mayores son las más satisfechas con su tiempo de ocio
Frente a una media de Satisfacción con el tiempo de ocio de 6,9 (que aumenta en dos décimas la calificación anterior), las personas de 65 y más años son las que más valoran este indicador (7,9), mientras las comprendidas entre 35 a 49 años (6,1) obtienen la nota más baja. También obtienen valoraciones altas tanto el colectivo de las personas inactivas como el de paradas (7,3), al contrario de lo que ocurre entre las ocupadas (6,3).
Los hombres (6,9) están ligeramente más satisfechos que las mujeres (6,8), así como las personas residentes en Gipuzkoa (6,9), en comparación con las que viven en Álava y Bizkaia (6,8).
Atendiendo al tipo de familia, la peor puntuación (6,5) se aprecia entre parejas con algún hijo/a conviviente, frente a 7,4 de las parejas sin hijos/as.
Las personas paradas y quienes se declaran de clase social baja son las menos satisfechas con la economía doméstica
El indicador Satisfacción con la economía doméstica (6,9) aumenta a medida que lo hace la clase social, variando desde el 5,5 entre las personas que se consideran de clase baja al 8,0 de las personas que se declaran de clase alta o media-alta.
Las personas paradas (5,7) están menos satisfechas que las ocupadas (7,2) con la economía doméstica.
Por territorios, las personas residentes en Álava (7,1) están más satisfechas que las de Gipuzkoa (7,0) o Bizkaia (6,8), y las nacidas en Gipuzkoa y Álava (7,1 en ambos casos), frente a las nacidas en Bizkaia (7,0) y, sobre todo, en el extranjero (6,7).
En cuanto a la edad, el valor más alto (7,3) corresponde al colectivo comprendido entre los 16 y 24 años, cuatro décimas más que el resto (6,9 para todas las edades), y según el tipo de familia son las parejas con hijos o sin ellos las que obtienen el valor más alto. (7,1 y 7,2 respectivamente).
El valor del indicador aumenta a medida que lo hacen el nivel de estudios terminados, la salud percibida y, especialmente, la clase social, siendo el colectivo que se considera de clase alta o media alta el que alcanza mayor puntuación (8 puntos).
La Confianza en las personas está influida por la clase social y la salud percibida
El indicador Confianza en las personas (6,1) ha descendido cuatro décimas respecto a 2017 y alcanza su mayor puntuación (6,6) entre las personas que se declaran pertenecientes a una clase social alta o media-alta, mientras que el colectivo que manifiesta tener mala salud acusa un descenso de seis décimas y obtiene el valor más bajo (5,2).
La confianza en las personas es “alta” para el 23,8% de la población, mientras que es “baja” para el 12,7%.
Las mujeres (6,2) confían un poco más que los hombres (6,1), así como las personas residentes en Gipuzkoa (6,2) lo hacen más que las de Álava y Bizkaia (6,0 y 6,1, respectivamente).
La Confianza en los poderes públicos mejora dos décimas respecto a 2017, pero obtiene el peor resultado (4,7)
Sólo un 6,3% de la población confía “mucho” en los poderes públicos, frente al 36,4% que confía “poco”, siendo el único indicador con una media por debajo del aprobado. Sin embargo, este indicador ha aumentado prácticamente en todos los grupos analizados, con un resultado de dos décimas más como promedio.
Entre los grupos poblacionales que aprueban a los poderes públicos se encuentran las personas residentes en Álava (5,0) y las procedentes de otras comunidades o extranjeras (5,0 y 5,5, respectivamente). También lo hacen las personas mayores de 65 años (5,0) y aquellas que se consideran de clase alta o media alta (5,2).
La confianza de las mujeres (4,8) es ligeramente mayor que la de los hombres (4,7), que aumenta en 4 décimas respecto a 2017.
En cuanto a la edad, son las personas mayores de 65 años quienes más confían en el sistema político, judicial o en la policía.
Además, este indicador aumenta progresivamente a medida que lo hacen la clase social y la salud subjetiva.
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