Nota de prensa de 12/11/2020
INDICADORES ESTRUCTURALES. EUROPA 2020
La C.A. de Euskadi sigue en 2019 progresando en ocho de los nueve indicadores principales de la Estrategia Europa 2020
En los relativos a Educación se han alcanzado sobradamente los objetivos, pero la brecha es importante en los relativos al gasto en I+D y a la población en riesgo de pobreza y exclusión
La C.A. de Euskadi mejora en ocho de los nueve indicadores principales de la Estrategia Europa 2020 en 2019 respecto a la situación inicial, 2008, según datos elaborados por Eustat.
Dicha Estrategia se estableció para priorizar el crecimiento inteligente, sostenible e integrador en la Unión Europea en la década actual. Los objetivos se establecieron en cinco áreas temáticas y cada país fijó sus propios objetivos para reflejar su propia realidad y contribuir a los objetivos comunes.
A un año del fin de la estrategia, el empleo está en un nivel récord, los objetivos educativos se han cumplido con creces y se avanza a buen ritmo hacia los objetivos de clima y energía. No ocurre lo mismo con el gasto en I+D y con los indicadores de pobreza, con margen todavía de mejora y de difícil cumplimiento, máxime en un año como el 2020 afectado por la pandemia.
La C.A. de Euskadi destaca, sobre todo, en los indicadores relativos a la Educación, para los que se han alcanzado, sobradamente, los objetivos establecidos tanto para la UE-28 como para España.
La evolución de la tasa de ocupación registra también avances desde 2008, aunque sin alcanzar las metas de España y de la Unión Europea.
El indicador relativo a la I+D presenta modestos avances, situándose lejos del objetivo marcado por la UE (3% del PIB) y no tanto del marcado para el conjunto del Estado (2%).
En el área del clima y la energía los cuatro indicadores presentan unos valores considerablemente mejores que el año de referencia, 2008, pero sin alcanzar los objetivos marcados.
El único indicador que empeora respecto a 2008, es el de pobreza establecido, la población en riesgo de pobreza o exclusión, si bien se registra un mejor valor (20,17%) que en España (25,3%) y que en el conjunto de la UE-28 (21,4%).
También el consumo de energía primaria y los dos indicadores de educación ofrecen mejores valores en la C.A. de Euskadi que en la media europea. Por el contrario, la cuota de energías renovables es superior en 1,1 puntos porcentuales en el conjunto de la UE-28.
Con respecto a España, se registran mejores cifras en todos los indicadores principales, excepto en la cuota de energías renovables y en el consumo final de energía, en los que los valores de la C.A. de Euskadi salen desfavorecidos en la comparación.
Nota metodológica:
La Estrategia Europea 2020, aprobada por el Consejo Europeo en 2010, es la agenda común para la década actual. Prioriza el crecimiento inteligente, sostenible e integrador como una forma de superar las debilidades estructurales en la economía de Europa, mejorar su competitividad y productividad y apuntalar una economía de mercado social sostenible. Sus cinco objetivos principales son:
1) El 75% de la población europea de entre 20 y 64 años debería estar empleada
2) El gasto interno en I+D debería alcanzar el 3% del PIB
3) Debería alcanzarse el objetivo “20/20/20” en materia de clima y energía: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20%, ahorrar un 20% del consumo de energía y promover el consumo de energías renovables hasta el 20%
4) El porcentaje de abandono escolar debería ser inferior al 10% y al menos el 40% de la generación más joven debería tener estudios superiores completados
5) El riesgo de pobreza en la UE debería amenazar a 20 millones de personas menos
El seguimiento de estos objetivos se hace a través de unos indicadores principales que Eustat ha elaborado y recopilado para la C.A. de Euskadi:
La Tasa de empleo es el número de personas empleadas en un grupo de edad determinado (personas de 20 a 64 años en la estrategia Europa 2020) como porcentaje de la población total del mismo grupo de edad.
El Gasto interno bruto en I+D incluye el gasto en investigación y desarrollo de Empresas, Enseñanza Superior, Administración Pública e Instituciones privadas sin fines de lucro.
Los Gases de efecto invernadero constituyen un grupo de gases, entre los que se encuentran el dióxido de carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4), que contribuyen al calentamiento global y al cambio climático. Convertirlos en equivalentes de dióxido de carbono (o CO2) permite compararlos y determinar sus contribuciones individuales y totales al calentamiento global. El indicador incluye la aviación internacional y el CO2 indirecto, pero excluye las emisiones del uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y la silvicultura.
Las fuentes de energía renovables, también llamadas Energías renovables, son fuentes de energía que se reponen (o renuevan) de forma natural, como la energía solar, eólica y de las mareas.
El Consumo de energía primaria mide la demanda total de energía de un país. Cubre el consumo del propio sector energético, las pérdidas durante la transformación (por ejemplo, del petróleo o el gas a la electricidad) y la distribución de energía, y el consumo final por parte de los usuarios finales.
El Consumo final de energía es la energía total consumida por los usuarios finales, como los hogares, la industria y la agricultura. Es la energía que llega a la puerta del consumidor final y excluye la que utiliza el propio sector energético.
El indicador Tasa de abandono escolar prematuro se define como el porcentaje de la población de 18 a 24 años con, como máximo, educación secundaria inferior y que no ha seguido ningún estudio o formación durante las cuatro semanas anteriores a la realización de la encuesta.
El Nivel de educación superior se define como el porcentaje de la población de 30 a 34 años que ha completado con éxito la educación universitaria o equivalente, incluyendo la formación profesional de grado superior.
El indicador Población en riesgo de pobreza o exclusión se refiere a la situación de las personas, ya sea en riesgo de pobreza, o severamente privadas de material o que viven en un hogar con una intensidad laboral muy baja. El número total de personas en riesgo de pobreza o exclusión social es menor que la suma del número de personas en cada una de las tres formas de pobreza o exclusión social, ya que las personas afectadas simultáneamente por más de una de estas situaciones solo se cuentan una vez.
Población que vive en hogares con intensidad de trabajo muy baja: Son las personas que viven en hogares con una intensidad del trabajo del hogar por debajo del umbral fijado en el 20%.
Población en riesgo de pobreza después de transferencias sociales: El umbral de pobreza fijado para este indicador es el 60% de la mediana de la renta nacional disponible equivalente.
Población en situación de privación material grave: Son las personas que no disponen de recursos para hacer frente a, al menos, cuatro de nueve situaciones: 1) pagar el alquiler y las facturas corrientes 2) calentar correctamente su vivienda 3) hacer frente a gastos imprevistos 4) comer carne, pescado o proteínas equivalentes con regularidad (días alternos) 5) pasar una semana de vacaciones fuera del hogar 6) disponer de coche 7) disponer de lavadora 8) disponer de TV en color o 9) disponer de teléfono.
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