Nota de prensa de 12/06/2020
ENCUESTA DE CONDICIONES DE VIDA. 2019
En 2019 las condiciones de vida de la población de la C.A. de Euskadi mejoran en relación a 2014
Se reducen a la mitad las familias vascas que se encuentran en mala situación económica, el 4,2%
Las condiciones de vida de la población vasca en 2019 mejoran en relación a cinco años antes, 2014, según datos elaborados por Eustat. La situación económica es el factor más significativo de esta favorable evolución. En este sentido, la gran mayoría de las familias se encuentra en una situación definida como buena (45,3%) o normal (50,5%) y se reducen a la mitad las familias vascas que se encuentran en mala situación (4,2%).
La evolución positiva es general en los tres territorios, pero con un ritmo desigual: Gipuzkoa es el que más ha mejorado (+11,3 puntos porcentuales) y se mantiene como el territorio con mayor proporción de familias con una buena situación económica (52,0%). En Bizkaia llegan al 43,6% (+9,0 puntos) y en Álava suponen el 36,4%. En sentido contrario, en los tres territorios las familias que se encuentran en mala situación económica han disminuido en estos cinco años: en Álava pasan del 10% al 4,8%, en Bizkaia del 9,7% al 4,9% y en Gipuzkoa, del 6,6% al 3%.
Hay menos familias que dicen llegar a final de mes con dificultad (-10,4 puntos), pero, aun así, un 29,9% de familias lo hace con apuros. Estos resultados varían notablemente en función de variables como la relación con la actividad y el grupo de edad de la persona de referencia; de hecho, la situación se deteriora cuando la persona de referencia está en paro y pertenece al grupo de edad más joven.
Las restricciones por motivos económicos se han visto muy reducidas respecto al año 2014, al mejorar en 13 puntos y quedar reducidas a un 27,9% de las familias, porcentaje muy similar al de 1999 (27,3%) pero superior al de los años 2004 (23,4%) y 2009 (24,9%).
Estas restricciones han estado centradas en el ocio (85,8%), aunque todos los tipos de restricciones han visto disminuir su peso en el último quinquenio: en vestido y calzado (-12,9 puntos), en ocio y en equipamiento del hogar (-8,6 puntos en ambos), en alimentación (-6,6 puntos) y en cuidados médicos (-3,6 puntos), claro que éstos últimos ya apenas eran objeto de restricciones: tan sólo un 2,4% de las familias los sufrían.
Se intensifican las relaciones familiares y de amistad y siguen disminuyendo las vecinales
El 91,4% de las familias de la C.A. de Euskadi mantiene una relación intensa con sus familiares próximos –madres, padres, hijas e hijos- que ya no comparten el domicilio, lo que supone un aumento de 5,9 puntos porcentuales respecto a 2014, porque, pese a que las familias se relacionan en proporciones muy similares en 2019 y 2014, estas relaciones se hacen más frecuentes.
Las conversaciones telefónicas son la forma de relación más habitual (93,1%), pero también son muchas las familias que se visitan (73,4%), se prestan ayuda (58,2%) o se reúnen para comer o cenar (56,2%) al menos una vez a la semana. En comparación con los resultados de hace 5 años, aumenta la frecuencia diaria en las relaciones entre familiares, especialmente las llamadas diarias (+23,6 puntos).
Las relaciones de las familias con otros familiares o parientes (80,2%) y con las amistades (90,9%) siguen una evolución, respecto a 2014, similar, al descender ligeramente las familias que mantienen la relación (-4,2 y -1,1 puntos, respectivamente) y aumentar su intensidad. Entre las amistades, las relaciones más habituales son las llamadas diarias (45,6%) y las reuniones semanales (32,0%), que también son las que más aumentan (+19,1 y +11,4 puntos, respectivamente).
En 2019, las relaciones con las personas del vecindario continúan en paulatino descenso (-6,7 puntos) y un 24,8% de las familias no mantiene relación alguna con ellas. Entre las relaciones vecinales que perduran, las conversaciones diarias en la escalera (78,0%) y prestarse ayuda diaria o semanalmente (36,9%) son las formas de relación más habituales y aumentan significativamente (+16,2 y +25,9 puntos, respectivamente) en estos cinco años, mientras que el resto de relaciones tiende a desaparecer.
El entorno no plantea problemas a la mayoría de las familias vascas
La mayoría de las familias considera que vive en un entorno físico “saludable” (64,1%), en proporciones similares a las de 2014, y en un medio ambiente social muy saludable (66,2%), que mejora respecto a hace cinco años (+7,0 puntos). El 84,7% de las familias no percibe ningún problema de seguridad en su zona de residencia (+4,4 puntos).
Se mantiene la proporción de familias que considera que en su zona de residencia existen molestias ocasionadas por ruidos, humos y olores (32,1%), así como industrias contaminantes (15,0%). Para el 5,8% de las familias, la frecuencia de la contaminación es diaria.
En 2019 desciende el porcentaje de familias que percibe problemas de seguridad ciudadana en su barrio o zona de residencia. Entre las familias que perciben estos problemas (el 15,3% del total), los más mencionados son la delincuencia (22,0%) y la droga (15,3%). En general, todos los problemas descienden, aunque en desigual proporción, respecto a 2014. También disminuye el número de familias que se han visto directamente afectadas en los 3 últimos años por algún robo y se mantienen las afectadas por agresiones físicas o sexuales (2,2%).
Equipamiento en los hogares y su entorno
En general, las viviendas de las familias vascas están equipadas y disponen de los servicios básicos, siendo muy escasos los hogares con pocos servicios (1,7%) o pocos electrodomésticos (17,8%) y prácticamente inexistentes las que tienen pocos equipamientos audiovisuales. No obstante, un 1,4% de las viviendas familiares, casi 13.000, no dispone de ningún tipo de calefacción en 2019 (-1,1 puntos), siendo la calefacción individual el modelo más habitual en los hogares vascos (62,2%).
Más del 90% de las viviendas se encuentran situadas en un entorno dotado de muchos servicios, frente a un 5% que se localiza en enclaves sin servicios, bien en su entorno inmediato –a 10 minutos andando no dispone de algún servicio básico como establecimientos de alimentación, farmacias, bares o una parada de transporte local- o en su entorno próximo –a 20 minutos andando no dispone de un centro de salud, escolar, de atención ciudadana, social de base o establecimiento bancarios, entre otros–.
Salud de las personas
En 2019, las personas que declaran tener alguna discapacidad o trastorno de salud crónico representan el 8,5% de la población. Su presencia varía en función de la edad y afecta principalmente a las de 60 y más años. Este grupo de edad, que representa el 28,5% de la población vasca, supone el 64,7% de la población que sufre alguna discapacidad o enfermedad crónica.
Como consecuencia de estos problemas de salud, más de 133.000 personas (6,2%) se encuentran con dificultades para la realización de las tareas cotidianas. La dificultad más habitual es de movilidad: en concreto, bajar y subir escaleras supone una dificultad o impedimento para el 88,9% de estas personas, cifra que se reduce a la mitad cuando se trata de moverse dentro de casa (44,9%).
El 70,5% de la población vasca ha ido a la consulta de atención primaria; el número de pacientes que acuden al personal médico especialista representa el 42,7% de la población, sin grandes diferencias respecto a hace 5 años; por la consulta del dentista ha pasado el 37,1% de la población, con un incremento de 13,4 puntos.
En 2019, algo más de medio millón de personas de 6 y más años declara ser donante, cifra que representa el 25% de la población y crece 13,6 puntos respecto a hace 5 años; entre las personas donantes, lo más habitual es la donación de sangre (23,4%).
La mitad de la población pertenece a alguna asociación
Las asociaciones deportivas tienen una afiliación cercana a las 285.000 personas (13,7%), 60.000 más que en 2014, y son las que cuentan con un mayor número de personas afiliadas; en este tipo de asociaciones se dan mayores diferencias en afiliación según el sexo, ya que la proporción de hombres es el doble que la de mujeres. También es en estas asociaciones donde más personas prestan voluntariamente su ayuda: el 3,4% de la población de 6 y más años.
En ciertos tipos de organizaciones, la proporción de personas según el sexo dentro de su voluntariado es muy desigual. Así, el voluntariado masculino tiene mayor presencia en las asociaciones deportivas (74,0% del total) y en las organizaciones políticas (63,0%). Por su parte, el voluntariado femenino tiene mayor presencia en las organizaciones religiosas (66,9%), las educativas (66,8%) y las de asistencia social (59,2%).
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