Población fumadora
El consumo de tabaco constituye un importante factor de riesgo de enfermedad y de muerte. El 20% de los hombres y el 14% de las mujeres de la C.A. de Euskadi fumaban de manera habitual en 2018, lo que sitúa a la población vasca por debajo del promedio de España (26% hombres y 19% mujeres en 2017).
El tabaquismo se ha ido reduciendo a lo largo de los años; esta reducción, que ha sido del 22% entre 2013 y 2018, ha sido mayor en las mujeres (25,4%) que en los hombres (18,6%) a excepción de la franja de 65-74 años, donde las mujeres duplican su consumo (del 4,3% al 8,6% en 2018), aunque sin llegar al nivel que los hombres tienen en ese mismo grupo de edad (13%).
La prevalencia del tabaquismo de los hombres supera al de las mujeres en todos los grupos de edad; las mayores diferencias se observan en los grupos de 25-44 años y 75 y más años, rondando los 9 puntos porcentuales. En el caso de las mujeres, la proporción más alta del consumo de tabaco está en el grupo de 45-64 años, mientras que en los hombres es en una franja de edad más temprana (25-44 años).
El consumo frecuente de tabaco en los hombres manifiesta un gradiente ascendente desde la clase social alta (12%) a la más desfavorecida (30%). En las mujeres no se observa un patrón claro de hábito de consumo.
Población bebedora de riesgo
El consumo elevado y frecuente de alcohol aumenta las probabilidades de padecer cirrosis hepática, determinados tipos de cáncer, hipertensión arterial y enfermedad cerebrovascular, entre otros. Además, genera problemas de tipo familiar, laboral y social y es responsable de una parte importante de los accidentes, principalmente de tráfico.
El consumo de alcohol de alto riesgo a largo plazo ha disminuido un 29% en 2018, respecto a 2013. Esta reducción ha sido más acusada en los hombres (32%) que en las mujeres (25%).
La prevalencia de consumo de alcohol es mayor en los hombres (17%) que en las mujeres (11%) y llega a ser más de 2 veces superior en el grupo de 65-74 años (24,4% hombres frente al 9,8% mujeres) y de 75 y más años (11,4% hombres y 3,5% mujeres). El nivel de consumo más alto se da en los hombres en la franja de 65-74 años, mientras que en las mujeres es en la de 45-64 años.
Asimismo, la probabilidad de que las personas consuman alcohol en exceso es mayor en las clases de nivel socioeconómico más favorable, en torno al 20%, y aumenta gradualmente conforme avanza el nivel de estudios: del 9% en personas sin estudios o con estudios en primaria asciende al 17% en universitarios.
Obesidad y sobrepeso
Las personas obesas tienen una probabilidad mayor de desarrollar un problema de salud, ligado habitualmente con la hipertensión, la diabetes y la enfermedad degenerativa articular.
La obesidad afecta al 12,5% de la población de 15 y más años de la C.A. de Euskadi (el 13,7% de los hombres y el 11,4% de las mujeres). La proporción de población obesa ha descendido un 5,3% en estos últimos cinco años, y más en las mujeres (9,5%) que en los hombres (1,4%), con dos excepciones: los hombres de 65-74 años y las mujeres de 25-44 años donde la obesidad, por el contrario, ha crecido un 8% y 17%, respectivamente.
La prevalencia de la obesidad es mayor en los hombres que en las mujeres salvo en el grupo de 75 y más años. En las mujeres aumenta gradualmente con la edad hasta alcanzar el valor máximo a los 75 y más años (17,6%), mientras que en los hombres el valor más elevado se da en el tramo de 65-74 años (21%). La obesidad aumenta según desciende el nivel de estudios: el 17,6% de personas con educación primaria o inferior frente al 7,1% con estudios universitarios.
Además, un 33,5% de la población vasca padece sobrepeso, de forma que la tasa de personas con obesidad o sobrepeso se eleva al 46% (un 5,2% menos respecto a 2013), y afecta más a los hombres (54%) que a las mujeres (39%).
Hábitos alimentarios
Los expertos sostienen que los patrones alimentarios más cercanos a la dieta mediterránea, caracterizados por el consumo de frutas y verduras, legumbres y pescado, junto al bajo consumo de grasas de origen animal y bollería industrial, se asocian con una disminución de la morbimortalidad, sobre todo la atribuible a la patología cardiovascular.
La OMS recomienda el aumento del consumo de frutas y verduras como componentes esenciales de una dieta saludable. Según los últimos datos de la Encuesta de salud, los consumos diarios de fruta y verdura han aumentado un 10% y 21%, respectivamente. La gran mayoría de la población consume fruta a diario, más las mujeres (77%) que los hombres (68%) y alrededor de un tercio toma diariamente verdura (38% mujeres de y 27% hombres), por encima de otros alimentos aconsejados para el consumo ocasional, como dulces y embutidos.
El consumo de carne (tres veces o más por semana) sigue siendo superior al de pescado (54% frente al 36%) y mientras las mujeres comen más fruta y verdura que los hombres, éstos se inclinan más por la carne y el embutido que las mujeres.

Actividad física
Un 77% de la
población vasca practicaba ejercicio físico saludable en 2018 (el 80% de
los hombres y el 74% de las mujeres), lo que supone una mejora del 11%
respecto a 2013.
Este aumento de la
práctica de actividad física ha sido más alto en las mujeres (13%) que
en los hombres (9%); aún así, la prevalencia es mayor en los hombres que
en las mujeres en todos los grupos de edad, especialmente en los tramos
de 65-74 años (84% hombres y 72% mujeres) y 75 y más años (73% hombres y
53% mujeres).
En las mujeres, la práctica
de ejercicio físico desciende gradualmente a medida que aumenta la
edad: 83% de las jóvenes de 15-24 años frente al 53% en las de 75 y más
años. Este patrón de conducta no es igual en los hombres, donde el 84%
de los que tienen 65-74 años, junto a los más jóvenes (86%), son los que
realizan más actividad física saludable.
Los
principales motivos por los que la población vasca no realiza el
ejercicio físico que desea durante su tiempo libre son: la falta de
tiempo debido al trabajo, las obligaciones familiares o de cuidado
(50%), la falta de voluntad (27%) y los problemas de salud (20%).
Hábitos del sueño
El sueño afecta a las funciones diarias y a la actividad física y mental, dormir es un factor relevante para la salud de las personas.
La población vasca cada vez dedica más tiempo al sueño, 14 minutos más que hace 5 años (año 2013), según la Encuesta de Presupuestos de Tiempo 2018, lo que supone un promedio de 9 horas y 6 minutos. Este aumento también afecta a los días del fin de semana: sábados (23 minutos) y domingos (13 minutos), lo que conlleva un promedio de 9 horas y 36 minutos y 9 horas y 46 minutos, respectivamente.
Las personas mayores son las que más tiempo dedican al sueño, 10 horas y 12 minutos diarios, seguidos de los más jóvenes con casi 9 horas diarias: el resto de tramos de edad supera las 8 horas diarias que es aconsejable dormir para una buena salud. En comparación a 2013, el tiempo que se dedica al sueño ha aumentado en todos los grupos de edad y más según avanzamos en la edad: 16-24 años (4 minutos), 25-44 años (9 minutos), 45-64 años (11 minutos) y 65 y más años (17 minutos).