Curso de verano 2008
CRECIMIENTO ECONÓMICO, CONDICIONES DE VIDA E INCLUSIÓN SOCIAL EN EL ÁMBITO DE LA C.A. DE EUSKADI
D. JON LEONARDO. Universidad de Deusto. (Bilbao).
Resumen
Tratar de explicar en pocas palabras el cambio acaecido en la C.A. de Euskadi en los últimos años es recorrer un camino aparentemente lleno de continuidades, marcadas por las urgencias del día a día pero en el que por mucho que nos miremos en el espejo apenas nos reconocemos. Es difícil pensar para bien o para mal que, inmersos como estábamos en plena crisis industrial, allá por los años 80, absorbidas nuestras energías en un proceso de plena institucionalización y normalización de la vida política y sacudidos salvajemente por una crisis industrial que ponía en solfa gran parte de lo que habíamos sido históricamente, las cosas que hacíamos y pensábamos tan sólo hace unos pocos años. Parece una especie de pesadilla, es como si no fuéramos nosotros quienes nos miramos en el espejo de esta intrahistoria reciente, en la que sólo con mantenernos erguidos en el sinfín de convulsiones: políticas, económicas, sociales, que nos afectaban en el día a día apenas nos dejaban el resuello suficiente como para sacar las energías necesarias y mirar al futuro.
En este sentido, desde el punto de vista demográfico la C.A. de Euskadi se ha visto atravesada por una crisis demográfica sin precedentes caracterizada por una detención del crecimiento vegetativo, una reducción drástica de las tasas de natalidad y complementariamente un proceso de envejecimiento paulatino. Esta crisis demográfica sólo recientemente se ha visto modificada debido fundamentalmente al aporte realizado por la nueva inmigración en ciernes. Para muestra vale un botón:
TABLA 1. Evolución de la Población en la C.A. de Euskadi
AÑO |
POBLACION |
1975
|
2.072.075
|
1981
|
2.141.809
|
1991
|
2.104.041
|
2001
|
2.082.587
|
2006
|
2.129.339
|
Fuente: Eustat
Pero, si desde el punto de vista cuantitativo nos hemos visto sacudidos por una detención del crecimiento que ha afectado profundamente a los comportamientos demográficos otrora dominantes, qué decir desde el punto de vista cualitativo. La C.A. de Euskadi se ha visto, en las dos últimas décadas, afectada por un progresivo envejecimiento de la población, por una transformación radical de las relaciones y vínculos familiares que ha afectado decisivamente a la vida social y a las relaciones sociales. La privatización de la vida a todos los niveles es una realidad entre nosotros que está modificando sensiblemente las pautas tradicionales y que está obligando a repensar cuestiones muy básicas que hasta hace poco tiempo apenas tenían importancia. Así por ejemplo, el incremento de la esperanza de vida hasta límites insospechados hace tan sólo unos pocos años, unido a la creciente obsolescencia cada vez más temprana de un contingente no desdeñable de población que se ve fuera del mercado de trabajo en edades cada vez más tempranas, está obligando a tener que repensar el sentido y la naturaleza de una vida en la que los procesos económicos y los procesos vitales cada vez tienen un mayor desencuentro. ¿Qué hacer, cómo impulsar actividades, servicios, en definitiva razones para vivir en una sociedad que cada vez tiene un margen vital mayor de ocio y tiempo libre? ¿Cómo incorporar todo ese ingente caudal de dinamismo de forma creativa y participativa? Estas son algunas cuestiones que las transformaciones demográficas actuales están poniendo encima de la mesa, a las que se hace necesario otorgarles una respuesta.
Idénticamente, desde el punto de vista económico, la C.A. de Euskadi ha experimentado profundas transformaciones. Lejos quedan ya aquellos años en los que la pesadilla del desmantelamiento industrial y el agotamiento de un ciclo se cernía y creaba un ambiente de pesimismo que llegó incluso a algunos titulares de prensa en los que se recogía, refiriéndose a algún municipio industrial emblemático y que para no herir susceptibilidades omitimos su nombre como: “un lugar para morir”. La economía vasca, con altibajos ha experimentado una gran transformación tanto desde el punto de vista cuantitativo, es decir, desde el punto de vista de la creación de riqueza, como cualitativo, es decir, desde el punto de vista de la aportación de los diferentes sectores tanto en términos de riqueza como de empleo.
Para muestra vale un botón, véase la evolución del PIB en los últimos lustros:
TABLA 2. C.A. de Euskadi, tasas de crecimiento del P. I. B.
80-85 |
85-90 |
90-95 |
95-00 |
-0.43 |
5.22 |
1.91 |
5.09 |
Fuente: Eustat
Después de un quinquenio, a comienzos de los 80, de crecimiento nulo, expresión de una crisis que sacudió de arriba abajo los sectores otrora más dinámicos de la economía vasca, la segunda mitad de la década de los 80 experimenta un crecimiento sostenido espectacular que únicamente se ve truncado durante el período inicial de los 90, en consonancia con la crisis que en esta misma época afecta a la economía europea, para ver remontado el vuelo en la segunda mitad, en la que el crecimiento económico provoca un incremento de la riqueza y de bienestar considerable.
Complementariamente, desde el punto de vista de la aportación de los distintos sectores a la economía se ha producido en este período un vuelco considerable. Si la sociedad vasca, a la altura de los años 70, era una sociedad que pivotaba, desde el punto de vista del empleo, en torno al sector industrial y más específicamente en torno al sector de transformado metálicos, esta situación se ha visto profundamente alterada. Así, a pesar del que el PIB industrial desde 1995 ha visto recuperado su peso en torno a 2,5 puntos porcentuales, no ha sucedido lo mismo en términos de empleo. La ocupación en el sector industrial ha visto disminuir su cuota de participación indefectiblemente; de hecho, en la actualidad, no alcanza a ocupar a uno de cada tres trabajadores vascos, cosa absolutamente insólita. Esta pérdida de peso ha sido compensada por el protagonismo del sector servicios. El resultado de todo ello es que a finales de la década de los 90 y principios de la actual, la C. A. de Euskadi alcanza unos niveles de renta muy superiores a la media española, tal y como se traduce en el Gráfico 1:
GRÁFICO 1. PIB per Cápita por CC.AA., 1999

Pero, en este repaso un tanto apresurado de la transformación económica habida en los últimos años, no puede dejarse de mencionar uno de los rasgos que, desde mi punto de vista constituye un hecho sin precedentes en la reciente historia económica vasca, nos referimos al peso de la Administración Pública Vasca. Tanto desde el punto de vista de su aportación a la economía de forma directa, como a través de sectores como Educación o Sanidad, se trata de un sector que aún a riesgo de caer en una pequeña exageración constituye una auténtica “revolución”. No es extraño que el presupuesto del Sector Público represente por encima de un 20% en el conjunto total. Pero, su importancia no deriva sólo del peso en términos estrictamente económicos, sino desde el punto de vista del liderazgo ejercido en todos los ámbitos de la sociedad. No sólo impulsando políticas de suelo o procesos de regeneración, sino llegando incluso a tejer una auténtica red de ayuda y soporte a través de políticas de redistribución social como el Plan de Lucha contra la Pobreza o la Ley de la Dependencia por citar un ejemplo reciente.
Las transformaciones demográficas y económicas mencionadas han desembocado en un cambio significativo de las Condiciones de Vida en la C. A. de Euskadi. A lo largo de estos años se han elaborado diferentes informes que muestran la profundidad de los cambios en las condiciones de vida de la población. Si hubiera que resumir en una sola idea la naturaleza y profundidad de los cambios habidos en las Condiciones de Vida en los últimos años, diríamos que se ha producido una transformación profunda de los modos de vida derivada de una complejización creciente que está asociada a un modo de de concebir la vida en la que emergen marcos de referencia cada vez más diversos y heterogéneos.
Dicho de otro modo, la diversificación de los modos de vida, producto de una secularización y heterogeneidad demográfica y social, está provocando una diversificación de las pautas y modo de comportamientos que está alterando profundamente las pautas de relación. En el contexto de bonanza económica como el que estamos viviendo, la modificación de las condiciones de vida pasa por un incremento de las aspiraciones materiales e inmateriales, por una diversificación de las pautas de consumo donde el ocio y los gastos derivados de modos de afirmación individualizados adquieren una relevancia especial. Si a esto unimos el hecho de que la sociedad vasca poco a poco ha ido adelgazando las estructuras de parentesco en un contexto multicultural debido a la aportación de nuevos contingentes poblaciones, tenemos los ingredientes de la complejidad creciente que se dibuja en el nuevo escenario.
Por lo que respecta al problema de la Inclusión Social, es evidente que el desarrollo de políticas de choque favoreciendo la integración social de las poblaciones con menores recursos han estado fuertemente correlacionadas con la evolución de las políticas económicas en los últimos años. Es evidente que la Administración ha hecho un importante esfuerzo en este capítulo. Así, si examinamos por ejemplo, la evolución del Gasto en estos años en materia de Educación y Sanidad podemos observar lo siguiente:
GRÁFICO 2. Evolución del Gasto en Educación y del Gasto per per Cápita por CC.AA., 1991-2201

Tal y como se aprecia en Gráfico 2 en materia de Educación, el esfuerzo ha sido extraordinario, representando aproximadamente el 4,2% sobre el total del PIB.
Idénticamente, desde el punto de vista sanitario se está produciendo un proceso de presión sobre el mismo debido a múltiples causas demográficas, culturales y sociales, el envejecimiento de la población, la evolución y expectativas de vida e, incluso, la existencia de una cultura del cuidado de la salud cada vez más extendida, unido a la dinámica de asumir bajo el paraguas sanitario un incremento notable del nivel de prestaciones, ha supuesto un uso intensivo del sistema sanitario que se ha producido no sin fuertes convulsiones. El indicador de la evolución del Gasto Sanitario hospitalario no es sino un termómetro que refleja esta realidad, ver Gráfico 3.
GRÁFICO 3. Evolución del Gasto Hospitalario y del Gasto per Cápita en la C. A. de Euskadi, 1984-2000

El crecimiento del gasto hospitalario ha sido espectacular, si en 1984 la media de gasto por habitante era de 124 euros/habitante en el año 2000 ha sido de 516 euros/habitante, es decir, se ha multiplicado por cuatro. El Gasto Hospitalario viene a representar aproximadamente el 3,1% del PIB de la C.A. de Euskadi.
Por último, como es de sobra conocido, los Servicios Sociales constituyen herramientas privilegiadas, aunque no las únicas, de la Política de Bienestar Social. Al margen de otro tipo de consideraciones, la evolución del Gasto en Servicios Sociales constituye un excelente termómetro de la importancia otorgada al problema de la Desigualdad Social y por ende de la Inclusión de los colectivos más desfavorecidos.
GRÁFICO 4. Evolución del Gasto Total en Servicios Sociales en la C.A. de Euskadi , 1994-2000

Como se aprecia en el Gráfico 4, durante el período 1994-689, el Gasto Total en Servicios Sociales ha experimentado un incremento notable, pasando del 463 millones de euros a 689, lo que supone un incremento del 148%, cifra realmente considerable. Al mismo tiempo, tal y como se ve en la TABLA 3, la evolución de los indicadores de pobreza muestra que durante el período 2000-2004, se ha producido un ligera mejoría de la Pobreza de Mantenimiento y un empeoramiento de la Pobreza de Acumulación.
TABLA 3. Situación de la Pobreza en la C.A. de Euskadi, 2000-2005
SITUACIONES DE POBREZA |
2000 |
2004 |
Total |
Hombres |
Mujeres |
Total |
Hombres |
Mujeres |
Pobreza de mantenimiento |
3,6 |
2,5 |
10,0 |
3,5 |
2,2 |
11,5 |
Pobreza de acumulación |
2,6 |
2,2 |
4,5 |
2,2 |
1,3 |
7,5 |
Fuente: Eustat
En resumidas cuentas, la ponencia pretende presentar una imagen global de los cambios acaecidos en un período apasionante de nuestra historia que ha marcado un antes y después en el proceso de convergencia europeo de la C.A. de Euskadi. Se trata de mostrar cómo el cambio sin parangón ha puesto a nuestra comunidad en el frontispicio de un mundo interconectado, complejo, en el que la capacidad para definir correctamente el camino a tomar en el futuro, exigirá tener el mismo coraje que en el pasado en un horizonte en el que, por otra parte, los escenarios se hacen cada vez más inciertos y donde combinar la dosis adecuada de apertura con el mantenimiento de nuestra propia idiosincrasia exigirá un ejercicio de prospectiva inteligente, donde lo determinante será no tanto reconocer las claves del éxito actual sino las potencialidades que ofrece el futuro.