Curso de verano 2009
LAS ESTADÍSTICAS MEDIOAMBIENTALES EN LA C.A. DE EUSKADI. LA ESTADÍSTICA MEDIOAMBIENTAL DIRIGIDA A FAMILIAS
Marivi García Olea. Eustat. Vitoria.
Enrique Morán. Eustat. Vitoria.
Ponencia
Aspectos metodológicos de la Encuesta Medioambiental a Familias
En 2008 Eustat ha realizado una Encuesta de Medio Ambiente a Familias, en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística y los institutos de estadística de Andalucía, Cataluña y Galicia.
Los objetivos generales de la Encuesta de Medio Ambiente a Familias 2008 (EMAF-2008) son investigar los hábitos, las pautas de consumo y las actitudes de los hogares en relación con el medio ambiente, el equipamiento de las viviendas y el uso que hacen del mismo en relación con los diferentes aspectos medioambientales, al objeto de que se puedan formular políticas medioambientales relacionadas con los hogares (ahorro energético, reducción del consumo de energía, separación de basuras,…). Además el estudio permite la obtención de indicadores comparables por Comunidades Autónomas. Como objetivo último, que no prioritario, se trataría también de lograr una comparabilidad con otros países que hayan llevado a cabo estudios de este tipo.
La encuesta se realiza mediante una muestra de viviendas familiares principales –es decir las utilizadas todo el año o la mayor parte del mismo como vivienda habitual- situadas en la Comunidad Autónoma y se han entrevistado a lo largo de los meses de mayo a septiembre de 2008. Por su parte, los otros organismos participantes en el proyecto han realizado la encuesta en sus respectivas Comunidades Autónoma y, en el caso del INE, en el resto de España.
El diseño muestral se realiza mediante un muestreo trietápico con estratificación para las unidades primarias. En la primera etapa se seleccionan secciones censales, dentro de las cuales se eligen viviendas familiares, como unidades de segunda etapa. En tercera etapa, se selecciona una persona de 16 o más años entre los miembros de la familia.
El marco utilizado para la selección de la muestra está formado por la última relación actualizada de secciones censales. Para la selección de unidades de segunda etapa se han utilizado las viviendas familiares principales obtenidas a partir de la explotación del Padrón Continuo de habitantes al inicio de 2008.
Las secciones se han agrupado en estratos en función del tamaño del municipio al que pertenecen. La muestra de la EMAF en la Comunidad Autónoma de Euskadi es de 5.000 viviendas, agrupadas en 625 secciones, con 8 viviendas cada una, cuyo reparto es el siguiente:
Álava: 1.128 viviendas en 141 secciones censales.
Bizkaia: 2.144 viviendas en 268 secciones censales.
Gipuzkoa 1.728 viviendas en 216 secciones censales.
Si durante la entrevista en una vivienda se produce alguna incidencia que impida su colaboración, se sustituye por otra, hasta cubrir el objetivo de conseguir 8 viviendas de cada sección. Para ello, en cada sección, además de las 8 viviendas titulares, se disponía de otras 8 viviendas sustitutas.
Principales resultados
Los hábitos de ahorro de agua están muy extendidos entre las familias vascas, ya que el 97,1% de ellas tiene algún hábito que les permite reducir el consumo de agua, siendo los más frecuentes “esperar a llenar la lavadora o el lavavajillas” (82,6%) y “descongelar la comida con antelación para evitar hacerlo debajo del grifo” (86,8%).
Sin embargo, el hábito de reciclar el agua, como “aprovechar el agua de la ducha mientras se espera a que salga caliente” apenas lo manifiesta el 13,3% de las familias. De la misma forma, sólo el 10,8% dispone de dispositivos economizadores de agua, tales como reductores del caudal, sensores de infrarrojo o temporizadores para limitar el tiempo de apertura de los grifos. El 28,6%, por su parte, dispone de limitadores de descarga en las cisternas.
En este apartado las diferencias respecto a la media española son pequeñas: un porcentaje similar de familias españolas (96,9%) afirma tener hábitos de ahorro de agua, pero es superior el porcentaje de familias que aprovechan el agua de la ducha (22,9%) y está 7 puntos por encima el porcentaje de las que disponen de dispositivos economizadores de agua.
En el apartado de energía se constata que todas las viviendas vascas cuentan con fuentes de energía eléctrica. Además, el 59,9% dispone de gas canalizado y proporciones menores utilizan gases licuados de petróleo (14,9%), combustibles líquidos (12,2%) e incluso madera (3,4%). En el conjunto español, el porcentaje de familias que disponen de gas canalizado se queda en el 40,5%, mientras que es muy superior el uso de gases licuados de petróleo (42,1%). Por territorios históricos, los porcentajes más elevados de viviendas con gas canalizado se dan en Álava (67,8%) y en Gipuzkoa (62,5%), así como en las capitales (66,2%), en contraste con lo que ocurre en Bizkaia (56%) y en los municipios de menos de 10.000 habitantes (49%).
En el apartado de calefacción algo menos del 90% de las viviendas principales dispone de algún tipo, destacando las calefacciones de gas (57,2%), eléctricas (22%) y de gasóleo (11,9%). Álava (96,2%) y Gipuzkoa (94,3%) superan en cerca de 10 puntos porcentuales a Bizkaia (85,5%) en equipamiento de calefacción. Por sistemas, sobresale Álava en calefacciones de gas (67,9%) y gasóleo (21,8%) y Gipuzkoa en calefacción eléctrica (31,9%), la mayor parte de la cual proviene de radiadores y acumuladores.
La disponibilidad de calefacción en el conjunto del Estado es menor que en el País Vasco, ya se da en el 70,3% de las familias, centrándose la diferencia en la calefacción de gas de la que dispone el 32,3% de las familias españolas, veinticinco puntos menos que en la C. A. de Euskadi.
Cuando la regulación de la calefacción se hace mediante un termostato, las familias vascas eligen en promedio una temperatura de 20,1º, algo más de 1 grado por debajo del promedio español, con menos del 30% fijando una temperatura de 21º o más.
El reciclaje de los residuos ordinarios está ampliamente extendido en la C. A. de Euskadi, destacando la C. A. de Euskadi en relación al conjunto del Estado. Un elevado porcentaje de las familias vascas recicla los residuos de papel y cartón (92,3%), vidrio (91,6%) y plásticos y metales (90,2%), en tanto que la separación de los residuos orgánicos está mucho menos extendida (32,3%). Sólo en Bizkaia (43,1%), en los municipios intermedios (50,8%) y en los pequeños (45,3%) la recogida de residuos exclusivamente orgánicos goza de cierta importancia, quedando Álava (27,9%) y, sobre todo, Gipuzkoa (16,8%) muy rezagados en esta materia. En el conjunto de España el reciclaje de papel, vidrio y plásticos y metales se sitúa entre el 70 y el 75%, muy por debajo de la situación vasca, mientras que es superior el hábito de separar los residuos orgánicos (60%).
Los principales electrodomésticos están presentes en la mayoría de las viviendas vascas.
La totalidad de las viviendas principales está equipada con algún gran electrodoméstico: tanto el frigorífico como la lavadora y algún tipo de placa para cocinar se hallan siempre presentes. También están muy extendidos el horno (93,7%) y la campana extractora (89,1%), mientras que apenas la mitad tienen lavavajillas (49%). Estos porcentajes son algo superiores a los que se observan en el conjunto del Estado en todos los electrodomésticos, diferencias que oscilan entre los cuatro puntos del microondas y los siete puntos de la campana extractora.
La difusión del lavavajillas es bastante uniforme en el territorio vasco, pero está presente en mayor medida en las familias grandes (62,7% en las de 4 miembros), las que tienen hijos pequeños (64,6% en las de parejas con hijos menores de 25 años), en las que ingresan más de 2.700€ al mes (71,5%) y cuando la persona de referencia de la vivienda tiene estudios universitarios del nivel de licenciatura al menos (71,9%).
Entre los “pequeños” electrodomésticos, el microondas (89,5%), la batidora (87,5%), el secador de pelo (87%) y el aspirador (84,5%) se sitúan inmediatamente detrás de la plancha de ropa (97,5%) entre las preferencias o accesorios necesarios en las viviendas.
El equipamiento audiovisual básico está generalizado. La televisión es un aparato omnipresente en las viviendas vascas. Junto a ella, el DVD (70,8%), la cadena de música (62,8%) y el ordenador (62,5%) comparten protagonismo. En más de una quinta parte de las viviendas hay también una videoconsola (22,3%). Pero ésta se generaliza en familias grandes (44,3%), con hijos menores (43,5%) y, en menor medida, con renta alta (34,1%).
En comparación con el resto del Estado el equipamiento audiovisual de las familias vascas está por debajo de la media española, a excepción del televisor, que tiene porcentajes similares, y del ordenador. Estas diferencias oscilan entre los 2 puntos porcentuales en la cadena de música y 4,5 puntos en el caso de la videoconsola. En el caso de los ordenadores, en cambio, el porcentaje de presencia en las viviendas vascas es algo más de 3 puntos superior a la media estatal.
La encuesta también se preocupa por el entorno físico donde se desarrolla la vida de la población vasca. Así, se observa que una cuarta parte de las familias soporta ruidos (26%) y el 15,1% malos olores en su vivienda. Las fuentes principales de ruido son el tráfico (11,9%), las obras (10,4%) y los vecinos (7,6%). El origen de los malos olores se encuentra en las tuberías y el saneamiento (6,6%) y en las actividades industriales (2,5%). En España el porcentaje de familias con ruidos es muy similar (25,1%), mientras que son un 20,3% las que afirman sufrir malos olores. Sean o no graves estos problemas, lo cierto es que menos del 30% de las familias vascas afectadas toma alguna media para solucionarlos, que suele concretarse en una queja al causante y, más raramente, en la presentación de una denuncia del hecho.
El 72,3% de las familias cuenta al menos con un vehículo, ya sea coche, moto o furgoneta, para su uso personal. De media, hay 1,4 vehículos por vivienda y casi en el 5% de las casas hay 3 o más. La presencia de vehículos está claramente asociada al tamaño familiar, ya que las familias con 5 o más miembros llegan a tener una media de 2 vehículos. Aparte de esta correlación obvia, son las familias con mayor renta las que tienen más vehículos: 1,6 poseen las que ingresan más de 2.700€ al mes. Los datos del conjunto del Estado superan estas cifras, con un 74,7% de familias con vehículo y 1,6 vehículos de media.
En consonancia con la abundancia de vehículos en las viviendas, el transporte privado (41,2%) y, principalmente, el coche (40,3%) se imponen claramente como forma de movilidad habitual. Los desplazamientos a pie o en bicicleta, con un 30,8%, constituyen la segunda manera de desplazarse, seguidos a corta distancia por el transporte público (28%), cuya modalidad más frecuente es el autobús (16,2%).