La esperanza de vida en la C.A de Euskadi se ha incrementado 6,8 años para ambos sexos desde 1976, según datos facilitados en los Indicadores Demográficos editados por Eustat. Tanto los hombres como las mujeres de la C.A. de Euskadi han experimentado un incremento constante de su esperanza de vida.

Los varones han ganado 4,10 meses de vida cada año, pasando de los 69,6 años de 1976 a los 76,4 años de 2001, y las mujeres se han beneficiado de 4,13 meses más por año, llegando a los 83,7 años. La diferencia entre las esperanzas de vida de ambos sexos se ha reducido a 7,3 años desde la máxima de 8,7 que se dio hace 10 años. Con estos datos, la C. A. de Euskadi se encuentra a la cabeza de los países desarrollados, especialmente en el caso de las mujeres, en el que se sitúa por encima de los 25 países de la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos, sólo siendo superada por Japón.

Los tumores constituyen la principal amenaza a los años de esperanza de vida; si se consiguieran eliminar totalmente los tumores, los hombres prolongarían más de 4 años y medio su vida y las mujeres tres. Más suaves son, en cambio, los detrimentos provocados por las causas externas de defunción, que restan algo más de un año de vida a los hombres y 5 meses a las mujeres. Atendiendo únicamente a los accidentes de tráfico, que se incluyen entre las causas externas, la reducción se cifra en 5 meses para los hombres y en sólo 2 meses para las mujeres.

La fecundidad continúa en unos niveles bajos

La fecundidad de nuestra comunidad se halla en registros bajos, si se compara con la de los países de nuestro entorno. En 2000 el promedio de hijos se sitúa en 1,03, muy lejos de los 2,7 hijos de media obtenidos en 1975 y de los 2,1 necesarios para el reemplazo generacional. El índice más bajo lo contempla Bizkaia (0,98) mientras que Gipuzkoa alcanza 1,12 hijos por mujer. Las mujeres alavesas llegan a los 1,05 hijos.

En base a estos datos, es de prever que una mujer tendrá 0,6 primeros hijos, lo que presupone que menos de la mitad de las mujeres no tendrá ningún hijo, 0,4 segundos hijos y menos de una de cada diez alumbrará un tercero o más hijos. En este sentido, el descenso de la fecundidad de tres o más descendientes es del 90% con respecto a 1975.

Otra de las características de la fecundidad de las mujeres vascas es la concentración de los alumbramientos en un breve período de tiempo. La edad media para la maternidad es muy similar en los tres territorios, un poco por encima de los 32 años, 3,6 años más tarde que en 1975, produciéndose una importante concentración de los alumbramientos en torno a esa edad.

Además, entre el primer y el segundo hijo se deja transcurrir un período de 2 años y medio y, menos de año y medio, entre el segundo y el tercero.

Ligera recuperación de la nupcialidad

El número de primeros matrimonios que acabarán por celebrarse alcanzará al 56,1% de los hombres y al 59,5% de las mujeres, lo que supone un ligero incremento sobre los índices de hace cinco años que fueron de 52,5% y 54,7%, respectivamente. Estos datos también significan que más del 40% de las personas se quedarán solteros o solteras. Esta situación está muy lejos de la que se daba hace veinticinco años cuando prácticamente el 100% de las personas acababan casándose.

El análisis de la nupcialidad subraya que sigue manteniéndose el incremento de la edad al matrimonio. La edad media del primer matrimonio es de 31,8 años para los hombres (5,2 años más tarde que en 1976) y 29,6 años en el caso de las mujeres (5,5 años más que en 1976).

Como sucede con la fecundidad, se constata una considerable concentración de los matrimonios en determinadas edades. Entre los 28 y los 34 años se casa el 62,3% de los varones y entre los 27 y los 32 años el 65,5% de las mujeres.

En promedio, un habitante de la C.A. de Euskadi realiza dos emigraciones a lo largo de su vida

Lo más frecuente es que la emigración tenga un carácter intraprovincial, es decir, que el municipio de destino se sitúe en el mismo territorio que el de partida; sucede así en más de la mitad de las migraciones (1,2 de un total de 2,1 para los varones y de 1,1 de 2 para las mujeres). En cambio, a un ciudadano medio le corresponden 0,8 migraciones con destino fuera de la C.A. de Euskadi (el 36,5% del total de emigraciones). Las migraciones entre territorios apenas suponen el 8% del total.

Por territorios se da una diferencia bastante acusada entre Bizkaia y Gipuzkoa por un lado y Alava por el otro. Mientras este último tiene unas migraciones de 1,4 para ambos sexos, Gipuzkoa presenta un numero de migraciones de 1,8 para los varones y de 1,9 para las mujeres y Bizkaia supera los 2 movimientos para ambos sexos. Estas diferencias se deben a la movilidad intraprovincial, ya que Gipuzkoa alcanza 1,1 movimientos de este tipo y Bizkaia supera los 1,2, mientras que Alava apenas llega a los 0,5 movimientos. En los demás tipos de movilidad los índices son bastante similares.

Por otra parte, a medida que aumenta la distancia de la emigración lo hace también la edad, de forma que, en promedio, los varones que se mueven dentro de los tres Territorios Históricos son los más jóvenes, con 34,2 años, mientras que las mujeres más jóvenes son las que cambian de domicilio dentro del municipio (35,0 años). Los de mayor edad son los varones que emigran de un Territorio Histórico a otro (37,7 años) y las mujeres que se van fuera de la C. A. de Euskadi (36,4 años).

Por lo que respecta a los traslados dentro del propio municipio, las que presentan mayor movilidad son las mujeres guipuzcoanas y vizcaínas, con casi 3 movimientos y los que menos los varones alaveses y vizcaínos con 1,6 movimientos.

Si se suman las migraciones y los cambios de domicilio, un habitante vasco realizará, en promedio, cinco cambios de residencia a lo largo de su vida, ya sea dentro de su municipio o fuera de él.